Monday, December 04, 2006

Jennifer no es una niña mala

“Jennifer no es una niña mala. Jennifer es un poquito majadera, pero no es una niña mala. Inquieta sí, tocona, como decimos algunos adultos, quizás, pero de ahí a ser severamente castigada por alguna falta cometida, eso no, por favor….”
Tales aseveraciones de una amiga despertaron mi interés y me incitaron a reflexionar sobre un tema tan delicado como lo es la violencia infantil, consciente o inconsciente, dañina igual, por cuanto repercute en la formación de la personalidad de los seres humanos.
Las experiencias en los primeros años de vida tienen un significado muy especial para el desarrollo del individuo dentro de la sociedad y es por eso que los niños necesitan establecer vínculos sociales con personas de su entorno, que le prodiguen amor, ternura, y afecto, además de disponer de un medio con el cual poder interactuar.
La familia es el ámbito privilegiado para hacer crecer las potencialidades personales y sociales desde la infancia, pero cuando se violan los espacios de uno y otro de sus miembros y además se utilizan métodos violentos para ello, comienzan a transmitirse en el propio hogar, conductas inapropiadas que son asumidas por el niño.
La violencia, como un problema social y de salud, afecta a todos sin distinción de país, clases sociales, credos, costumbres, color de la piel, ingresos económicos y muchos otros y ha adquirido resonancia social en los últimos tiempos por ser más conocidas y estudiadas estas conductas.
Existe violencia siempre que uno, dos o más personas actúen de manera directa o indirecta produciéndose daños en grado variable ya sean en su integridad física, psicológica y social.
Las niñas y los niños están considerados entre lo más proclives a ser víctimas de estas manifestaciones y a tener alta incidencia dentro de este fenómeno, precisamente cuando estos actos ocurren dentro de la familia.
La violencia intrafamiliar ha sido entendida como todo acto que se comete en el seno del hogar por uno de sus miembros, que perjudica la vida, el cuerpo, la integridad psicológica y la libertad de otros
La violencia infantil está determinada por las acciones intencionadas, omisión o cualquier actitud pasiva o negligente que lesionen o puedan lesionar potencialmente a un niño, provocándole daños que en forma alguna interfieran u obstaculicen su desarrollo físico, psicológico, emocional y social.
En América Latina, cerca de seis millones de niños son objeto de maltrato, debido, en lo fundamental, a que esta es una región de países subdesarrollados o en vías de desarrollo, con todas las limitaciones que ello supone, el consiguiente crecimiento de estas conductas y las cifras alarmantes de niños abandonados.
En Cuba, desde el mismo triunfo de la Revolución el niño cubano es preocupación del Estado, el cual le brinda atención médica y educacional y la posibilidad de llegar a la adultez de forma sana y equilibrada, lo que no es óbice, sin embargo, para afirmar que investigaciones realizadas en algunas áreas de salud, demuestran que el uso de la violencia es una de las causas fundamentales en la presencia de trastornos psicológicos en los niños.
Cuando los niños no hacen caso, o no responden en el momento que queremos, o no cumplen con determinada tarea, se les grita, se les insulta o amenaza y hay hasta quienes lo golpean lo mismo en la casa, que en la calle y a veces, hasta en la escuela.
Y es que el maltrato en la mayoría de las ocasiones es consecuencia de una educación estereotipada, que dificulta la formación de valores vinculados con el desarrollo de la personalidad, por eso es preciso abordar esta problemática sin tabúes, ni cortapisas; enfrentarla con decisión y llamar a capítulo a quienes la ejercen. La nuestra no es una sociedad perfecta, pero para nuestra Revolución, y para el propio Fidel, nada es más importante que un niño.

Wednesday, November 01, 2006

SIDA: prevenirlo cuesta menos

Reducir a la mitad las nuevas infecciones por VIH constituyó uno de los principales Objetivos para el Desarrollo del Milenio, adoptados por la ONU en el año 2000. Sucede, sin embrago, que desde entonces han aumentado considerablemente, lo cual indica que frenar la expansión que afecta a más de cinco millones de personas en todo el mundo, es uno de los principales retos de las autoridades sanitarias y gubernamentales en el 2006.
La negativa realidad del SIDA ha llevado a algunos investigadores de Estados Unidos, Holanda y Suiza, a considerar que uno de los principales problemas en la lucha contra esta terrible enfermedad es precisamente la falta de medios y a aseguran que "la pandemia de VIH amenaza la viabilidad de las estructuras sanitarias, el sistema social y el crecimiento económico de los países más desfavorecidos".
Por eso, afirman, hay que aprovechar bien los recursos con los que se cuenta y ver dónde pueden resultar más eficaces. Concluyen que "las mejores inversiones en la lucha contra la enfermedad, en cuanto a su buena relación costo-eficacia, incluyen campañas preventivas en los medios, intervenciones centradas en la educación de las prostitutas y estrategias orientadas al tratamiento de otras infecciones de transmisión sexual (ETS)", iniciativas que bien aplicadas, pueden ayudar a disminuir las infecciones por VIH.
Cuando apareció la primera línea de antirretrovirales, su precio ascendía a unos diez mil dólares por paciente ( ocho mil 400.00 euros) pero ahora no supera los 140.00 dólares (117 euros), por lo que los investigadores consideran que “esta reducción del precio obliga a evaluar seriamente cuál es el impacto que la extensión del tratamiento ha tenido sobre la salud y cuál es su rentabilidad.
Análisis realizados por estos expertos en torno a las intervenciones que se realizan en dos de las zonas más afectadas por la enfermedad del SIDA: el África Subsahariana y el sudeste asiático, permiten asegurar que en ambas regiones la transmisión del VIH se produce fundamentalmente por vía heterosexual y al propio tiempo, que la mayor rentabilidad y eficacia corresponde a los programas de educación y tratamiento de las infecciones sexuales transmitidas por las mujeres que ejercen la prostitución.
De ello se infiere que ante las restricciones económicas, los recursos existentes son más útiles si se invierten en campañas de educación sanitaria y/o promoción de salud a través de los diferentes medios de difusión masiva y el tratamiento de las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS).
Muchos consideran que la educación y el tratamiento para las infecciones de transmisión sexual sirven para reducir el impacto del VIH y que tratar las ETS es una de las intervenciones más rentables para prevenir la propagación del SIDA..
Cuba dedica ingentes esfuerzos al Programa de Prevención del SIDA, por lo presenta la tasa de infección más baja del mundo y resalta el hecho de que virtualmente no se registra la transmisión del virus por el uso de drogas intravenosas, por transfusiones de sangre o por contagio de madre a hijo durante el proceso de alumbramiento, en tanto es autosuficiente en la producción de fármacos antirretrovirales, lo que ha permitido que la tasa de mortalidad de los pacientes con SIDA sea muy inferior a las estimadas.

Tuesday, October 03, 2006

Julie, allí donde estés...



El abuelo que soy desde hace un año, un mes y tres días, edad que ahora tiene mi nieto Christopher Ricardo, hace que me considere una persona muy feliz, sin lugar a dudas, y me siento orgulloso por ello, y porque se que en mi país todos los niños tienen iguales derechos a crecer saludables, sin temor a acciones violentas, a las drogas, al egoísmo, a la discriminación y a otras tantas manifestaciones de individualismo que nada contribuirían a su desarrollo.
Por eso cada vez que accedo a mi página personal, lo hago también al comentario que usted, bondadosamente, le hizo al trabajo El abuelo que soy, en el cual expresa:
Que lindo está su nieto! Me parece tan bonito que la gente de su país tenga esa manera de pensar, de que nada es más importante que un niño. Yo nací en Estados Unidos y aquí vivo con mi hijita de dos años. Por acá, lo más importante es el dinero. Verdaderamente es muy triste la situación.
Y cuando lo hago, siento igual tristeza y asumo como mío, ese pesar suyo, por demás, muy extendido por el mundo todo, y en particular, por ese país en el que le tocó nacer, vivir y dar a luz esa linda niña, por quién siente un profundo amor.
Pero sepa usted que en esta tierra nada es eterno y que su dolor de ahora un día no muy lejano ha de revertirse, y la vida le sonreirá como se merece, y su niña, ya grande, la prodigará de cariño, y juntas, siempre juntas, disfrutarán la posibilidad de una existencia más humana, en un ambiente menos dado a la codicia, a la hostilidad y a la hipocresía.
Le deseo a usted, a su hija, y a todas las personas que se honran con su amor y su amistad, la mejor de las suertes y le doy las gracias por su reconocimiento, el cual no hace más que incrementar nuestra dicha de vivir en Cuba, la tierra más linda que ojos humanos han visto…

La Comunicaciòn Interpersonal

La comunicación interpersonal constituye uno de los pilares fundamentales de la existencia humana; es una dimensión a través de la que reafirmamos nuestra condición de seres humanos. La persona capaz de mantener una comunicación interpersonal adecuada, contribuye al bienestar y calidad de vida de sí misma y de las demás. Nuestra condición de ser social, nos hace sujetos de las relaciones interpersonales y de la comunicación desde el momento mismo de nuestro nacimiento, la supervivencia y el desarrollo del individuo van a estar ineludiblemente vinculados a estas relaciones sociales y comunicativas.
Un individuo competente en el desempeño de sus relaciones interpersonales, es aquel que cuenta con recursos personológicos, que le permiten utilizar y manejar, de manera acertada y efectiva, sus habilidades comunicativas, en dependencia de los diferentes contextos sociales en los que se desenvuelve. Gran parte de nuestro tiempo lo comprometemos en la comunicación interpersonal, la mayoría de nuestras necesidades la satisfacemos a través de nuestras relaciones con otras personas; estas interacciones, su calidad y el grado en que permiten dicha satisfacción, dependen mayormente de nuestra capacidad y habilidad para comunicarnos de manera efectiva.
La comunicación interpersonal puede ser considerada como el proceso de intercambios de mensajes entre dos o más personas, con la finalidad de alcanzar determinados objetivos.
Cuando en cualquier relación interpersonal la comunicación fluye adecuadamente, esta se convierte en una vía que potencia el desarrollo y el bienestar emocional y social de los implicados; se crea un clima de distensión y de cooperación.
Todo lo contrario ocurre cuando surgen interferencias o “ruidos” en la comunicación: se crean malentendidos y conflictos que dan lugar a sentimientos de amenaza, frustraciones y estados emocionales displacenteros, y un clima de tensiones y defensas entre los interlocutores. Las interferencias o ruidos en la comunicación dificultan la adecuada satisfacción de necesidades, en particular las afectivas; provocan disgusto y malestar en los individuos; y dificultan, en cualquier grupo, el trabajo en colectivo para el logro de una meta común.
¿De qué depende la dirección que puede tomar el acto comunicativo enmarcado en una relación determinada? Hay tres elementos o filtros de la comunicación que nos permiten entender el giro que puede tomar determinada relación en función de la forma en que los participantes en la misma se comuniquen entre sí: la imagen de sí mismo, la imagen que tenemos de los otros y la definición de la situación.
La imagen que de sí mismo tiene cada sujeto, depende en buena medida del resultado de las interacciones e intercambios que haya tenido con personas significativas para él o ella, en particular con padres y maestros. De la calidad de estos vínculos, de la manera en que el sujeto ha sido confirmado o descalificado, depende la imagen de sí mismo y también la autoestima; cómo nos vemos y cuánto nos estimamos son dos factores que inciden positiva o negativamente en la forma en que nos comunicamos y nos vinculamos con los demás.
Las experiencias del tipo de relación y de comunicación que hemos sostenido con personas significativas para nosotros, de alguna manera contribuyen al desarrollo de esquemas de relación que se activan cada vez que las interacciones con alguna persona actualizan consciente o inconscientemente los “fantasmas” o huellas de situaciones pasadas que se asocian con las presentes.

Friday, August 25, 2006

Una horda de asesinos

¿O qué otro nombre puede dárseles? ¡Asesinos! ¡Monstruos! ¡Verdugos! ¡Terroristas! Da igual. Todos esos calificativos se merecen quienes no sienten ningún respeto por la vida; quienes comercian con la muerte y la convierten en lucrativo negocio: mister W. Bush y sus cáfilas, o su caterva, o su pandilla (los sinónimos abundan), convierten la luz, en penumbras; las esperanzas, en desaliento; la alegría, en tristeza; la pureza, en deshonor; el honor en ignominia; el amor, en odio; la paz, en guerra.
Nadie tiene derecho a mancillar naciones, destruir pueblos y culturas; a erigirse en Dios del “bien y del mal”; a humillar y ultrajar en el nombre de sagrados sentimientos. El “elegido del Señor” no puede ser quien llena de metralla, desolación y muerte a Iraq y Afganistán; quien protege a los sionistas de Israel y les brinda su apoyo contra los hijos de Yaser Arafat en la Palestina ocupada.
Menos, mucho menos, quien recrudece el más bárbaro bloqueo económico, y el más antiguo, contra la Isla de la Libertad, luchadora incansable, y siempre amiga, de los oprimidos y de los pobres del mundo; un país que desborda solidaridad y reparte esperanzas y bienestar por doquier.
Pero eso no pueden perdonárnoslo, ni el Gobierno de W. Bush, ni sus acólitos de Miami, quienes revueltos por estos días, y envalentonados con los graznidos del buitre mayor, se empecinan en no ver lo imposible que les será siempre ensuciar con sus botas asesinas, nuestro suelo patrio. ¡Qué ignorantes! ¡Qué bárbaros! ¡Qué neófitos!
No importa que a Luis Posada Carriles, o al Comisario Basilio, o como quieran nombrarlo, lo protejan; no importa que se le sancione o no; los pueblos del mundo ya lo han condenado; antes lo hizo el de Cuba, porque cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla.
Tiemblen en sus madrigueras las alimañas que mantienen prisioneros en cárceles de Estados Unidos a René, Fernando, Gerardo, Antonio y Ramón, cinco heroicos jóvenes que sin temor al peligro, y aun a costa de sus propias vidas, se enfrentaron al enemigo en las mismas entrañas del monstruo, para salvaguardar las conquistas de la Revolución.
Por eso no importan sacrificios; el momento es de lucha por la vida; por la justicia: miles, millones de voces de todo el mundo, se funden en un solo corazón para exigir su libertad y lo hace cuando, al margen de hordas asesinas, la humanidad lanza un grito de esperanzas por la humanidad.

Violencia en el hogar

La violencia en el hogar, especialmente los golpes propiciados a la esposa, es tal vez la forma más generalizada de violencia contra la mujer.
Estudios fiables realizados a gran escala en muchos países demuestran que más del 20 por ciento de las mujeres han sido víctimas de maltrato por parte de los hombres con quienes viven.
En el Informe sobre el Desarrollo Mundial, se da a conocer que las violaciones y la violencia en el hogar culminan en la pérdida de más años de vida saludable, entre las mujeres de 15 a 44 años de edad, que el cáncer mamario, el cáncer del cuello del útero, el parto obstruido, la guerra o los accidentes de tránsito.
En respuesta a la Plataforma de Acción de Beijing, los Estados Miembros de las Naciones Unidas y la comunidad internacional han tratado de encontrar la manera de combatir más eficazmente la violencia en el hogar:
Muchas naciones han promulgado leyes en las cuales se reconoce que la violencia ejercida por los maridos debe ser tratada de la misma forma que la practicada por extraños y los definen como graves violaciones de la integridad de la mujer, y se someten a penas más severas que en los casos en que esos mismos actos son realizados por extraños
Si existe violencia en su relación, la mujer debe conversar con su pareja y decirle que la violencia debe terminar; dejar de justificarla diciéndose que a veces uno mismo la provoca con su actitud. Nada fundamenta la violencia, por lo tanto no deben avergonzarse, ni sentirse culpables por sufrir estas agresiones, pues una gran cantidad de ellas la sufren diariamente. Lo importante es cambiar esa situación.
Si la mujer es víctima de la violencia doméstica, no debe aislarse; por el contrario, recurrir a sus familiares o personas amigas y contarles su problema y buscar un lugar donde refugiarse en momentos de emergencia si se ve imposibilitada de quedarse en el hogar. Aguantar no es la solución, ni pensar que todo pasará; después la violencia puede ser peor y su vida y la de sus hijos, correr peligro. La víctima ha de buscar asistencia legal e informarse de las leyes que las protegen.
La mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, a no perder a sus hijos, a reclamar para ellos la pensión alimenticia que les corresponde, a denunciar a quien la agreda y, sobre todo, a crear a sus hijos en un ambiente sano, sin crueldad.
Es aconsejable que la mujer víctima de violencia doméstica salga del hogar, salga a la comunidad, denuncie, se rodee de testigos y hable en los lugares a los que concurre, de modo que los vecinos entren en este tema y lo repudien y lo rechacen.
El espacio público es el que puede ayudarla a romper ese círculo. En esa salida a la comunidad, es fundamental, una vez suceda la situación de violencia, hacer la denuncia en la estación más cercana de la policía o en los tribunales de justicia correspondientes. Dentro de lo posible, es conveniente que siempre se haga acompañar por alguien de confianza, porque el refuerzo de otra persona le da más seguridad a la hora en que le tomen la declaración porque si hay violencia, hay delito y tiene que ser castigado.
Siempre que haya muestras físicas de maltrato, también tiene que concurrir, al primer centro asistencial de salud de la comunidad, donde quede muy claro el diagnóstico y posible antecedente de futuras violaciones..
En todos los casos se deben tomar la mayor cantidad de providencias posibles que puedan nutrir su expediente; tener siempre a mano sus documentos y los de los niños; todo lo que le permita acreditar ante el tribunal los vínculos y los títulos de propiedad de los bienes que comparten. Es muy importante que la mujer pueda reconocer y defender sus derechos.
Las lesiones (producidas con o sin armas), las amenazas para atemorizar, someter y asustar, la violación (aún cuando el violador sea el marido, concubino, padre u otro familiar), las relaciones sexuales con una menor, el abuso deshonesto, constituyen delitos y como tales deben denunciarse lo antes posible.
Si al hacer la denuncia, hay marcas de los golpes, la víctima debe ser sometida a reconocimiento médico, el cual debe definir si las lesiones son graves y de serlas, expedir el certificado correspondiente con el resumen de los motivos de la atención, gravedad de las lesiones, deformaciones permanentes, secuelas o consecuencias de incapacidad, debilidad mental u orgánica, problemas para engendrar o concebir, abortos provocados u otras.
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Aprendamos a estudiar

Para todo joven, o para la inmensa mayoría de ellos – e incluso para su familia- ingresar en la Universidad representa una aspiración muy importante, una meta ambiciosa que no todos logran alcanzar que requiere grandes esfuerzos, al tiempo que proporciona emociones, alegrías, cambios en los hábitos de estudio, en fin…
Para enfrentar estos cambios con éxito el joven debe revisar el método de estudio que hasta ahora ha empleado, para lo cual existe un compendio de materiales elaborado por las MSc licenciada María Julia Becerra Alonso e ingeniera Annia La O Thaureaux, del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría, titulado Habilidades básicas para el aprendizaje en la Educación Superior, el cual tiene el propósito de ayudarte en ese empeño.
El estudio de este documento debe permitirle al educando desarrollar habilidades en todo lo concerniente a organizar y planificar su tiempo de estudio, determinar lo esencial en un contenido, leer con rapidez y profundidad, comunicarse con eficiencia y evaluar su desempeño como estudiante.
Estas habilidades son exigencias permanentes para el aprendizaje, pues el cúmulo de tareas que realiza el estudiante universitario deberá articularlas adecuadamente con sus estudios en la especialidad de que se trate. Sólo si se organiza el tiempo y se planifican las jornadas, se podrá realizar cada tarea con eficiencia, de lo contrario lo sorprenderán siempre las evaluaciones, se le acumularán las actividades y se sentirá agobiado y tenso.
La actividad intelectual implica saber determinar aquellos contenidos esenciales que le permitan avanzar en el aprendizaje, buscando, sobre todo, un método para aprender a aprender y obviar aquellos contenidos que son complementarios y no resultan indispensables.
Durante su formación profesional, el joven tendrá que leer extensos materiales: libros, artículos, textos en general, con diferentes niveles de complejidad, indispensables para su preparación y es muy probable que tenga ya formado un hábito de lectura, solo que ahora necesitará desarrollar la habilidad de leer rápido y de manera profunda.
Como futuro profesional debes saber comunicarte, en el más amplio sentido. Tanto con el desarrollo de habilidades comunicativas que te permitan una relación interpersonal adecuada, como mediante el uso de los recursos que ofrecen las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.
Junto a estas habilidades el estudiante debe saber evaluar sus cualidades para la actividad de estudio, de manera que corrija sus dificultades y potencie sus zonas de éxito.

Monday, July 24, 2006

¿Historia sin fin?

Para comprender el alcance de los graves acontecimientos que estremecen a Palestina, y hasta que punto se violan por el estado de Israel, el Derecho Internacional, los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, es necesario realizar un breve recuento de los hechos más relevantes ocurridos en esa área, en la cual se hallan ubicados varios países árabes, incluida la propia nación agresora.
Cuando en la década de 1890 se fundó el movimiento sionista, éste alega el derecho de establecer un estado propio en algún lugar del mundo, incluyendo África. Pero cuando en 1914 Balfour, Ministro de Relaciones Exteriores de Inglaterra, declara que los judíos deben disponer de un “Hogar Nacional en Palestina”, allí se encontraban millones de palestinos, nacidos y crecidos durante centenares de años en su suelo patrio, y apenas unos pocos miles de judíos.
En noviembre de 1947 la Asamblea General de la ONU aprobó la Resolución sobre la Partición en Palestina, que dividió el territorio en tres: una como Estado Árabe, otra como Estado Judío y la Ciudad de Jerusalén, que se declaraba separada con administración propia, toda vez que es centro de tres grandes religiones: la cristiana, la judaica y la mahometana.
El Estado de Israel nace en mayo de 1948 con una población mayoritariamente no israelita, sino árabe – palestina e inmediatamente tiene lugar la primera guerra entre varios estados árabes de la zona y el propio Israel, la cual se extiende por varios meses y cuando todo indicaba que los israelitas serían derrotados, se produjo el armisticio que puso fin a las hostilidades y permitió la consolidación del Estado de Israel.
Para comprender la actuación israelita en la cuestión de Palestina hay que partir del supuesto por el que siempre han guiado sus acciones. A saber: “Palestina no es sino lo que para ellos, constituyen JUDEA y SAMARA; los palestinos ocupan ilegalmente un territorio israelita; Israel ha de quedar constituido en el Gran Israel, como aparece en las escrituras, según su propia interpretación, que se extiende desde el río Nilo, en Egipto, hasta el Eúfrates, en Irak, prácticamente todo el Medio Oriente.
Por tanto, según los sionistas, la población palestina ocupa un territorio que les pertenece a los israelitas y no tiene derecho a reclamar su autodeterminación y a establecer un estado Palestino, con lo cual Israel viola el más sagrado de los derechos y el principio fundamental del Derecho Internacional, el de la libre determinación de un pueblo y el de su soberanía e integridad territorial y, al propio tiempo, el derecho inalienable y establecido de la legitimidad de la lucha por alcanzar los mismos.
Aún así, se ven favorecidos por Estados Unidos y los países europeos, quienes sostienen sus posiciones y en connivencia con este, incurren en la violación de apoyarlo ilegítimamente y hasta son capaces de condenar la lucha del pueblo palestino calificándola de terrorista.
Los últimos días han sido testigos de la gravedad de las acciones militares que lleva a cabo Israel contra los territorios palestinos, del uso de todo tipo de armamento, del apoyo insolente e irrestricto del gobierno de los Estados Unidos, del desprecio absoluto a la opinión pública internacional y del silencio cómplice del Consejo de Seguridad que no actúa como es debido.
Ante tamaña desfachatez los hombres honrados de la tierra deben alzar sus voces para ponerle freno a la barbarie de Israel quien, con el patrocinio de Estados Unidos y las naciones poderosas del mundo, agreden y violan los derechos más elementales del pueblo palestino.

Wednesday, April 26, 2006

El abuelo que soy


Foto: Yanier Alexis Pérez

Sí, me considero un abuelo feliz: mi nieto, Christopher Ricardo, tiene siete meses y es un niño sano y hermoso en realidad y todos estamos como locos con el pequeñín, quien es poco dado al llanto y sí a la risa.
Y no puede ser de otro modo, pues nada, absolutamente nada, es más importante para nosotros que un niño; por lo menos acá donde le tocó nacer, es así, y eso es algo que nadie puede quitarnos.
El no vive en nuestra casa, es cierto, reside en la de los abuelos maternos y, aunque no lo digamos, eso nos da cierta envidia, y quizás por eso también cuando nos visita los fines de semana, todos queremos tenerlo en nuestros brazos, al margen de orinadas y otras gracias que a veces nos hace.
Chris, o Chimpy, como le dicen sus padres y su abuela paterna (a mí no me gustan para nada los apodos), con solo siete meses, se sienta, camina en el andador y dice papá y mamá: no tengo dudas de que será siempre un niño fuerte y muy talentoso. Lo que más ansío es verlo crecer saludable, lo que hago extensivo a mi hijo menor Yanner Alexis, con solo 12 años ahora. Ese bienestar lo quiero para todos los míos: Yanier Alexis, padre de Chris, e Isel, mis otros dos hijos; sus progenitoras; todos mis familiares y amigos y la humanidad toda. No excluyo a Tamara, esa nuera linda que colmó mis expectativas con ese nieto maravilloso que me dio.
Este no es mi testamento, más bien, es una declaración de lo que ellos significan para mí. A todos gracias por existir y hacerme el abuelo feliz que soy..

Friday, April 21, 2006

Amor al Arte

Hoy es un día muy feliz. Y no es que reste importancia a otros momentos de mi vida de periodista o de comunicador, es solo que esta persona que ahora les presento, colma mis expectativas y hace que crezcan la admiración y el respeto hacia quienes, como ella, profesan un profundo amor por el Arte.
Y escribo Arte con mayúscula, con toda intención, al margen de gratificaciones u otras concesiones que poco o nada tienen que ver con la virtud y el talento de los que ha dado muestras, por más de siete décadas, Coralia Mantilla Mayer, la voz del canto afro-cubano en el Balcón del Oriente y distinguida profesora de piano, teoría y solfeo.
-¡Cuántos honores! - dice, mientras la veo sonreír con esa gracia suya, que cultiva y atrae.
- Merecidos los tiene, - me apresuro a responder.
- Nunca he sido propensa a los halagos –asevera- pero no he de negarte lo estimulante que resulta para uno que aplaudan lo que hace, aun cuando estemos inconformes con el camino recorrido o creamos que pudimos ser mejores, con un poquito más de esfuerzo.
- Su vida está llena de anécdotas…
- Unas muy lindas y otras no tanto. Nací el 15 de abril de 1926, en el número 140 de la calle Francisco Vega y cinco años después perdí a mi madre, algo que tanto a mis cuatro hermanos, como a mí, nos afectó mucho; por fortuna mi abuela y mi tía nos acogieron y educaron con esmerado amor.
- Mi niñez transcurrió rodeada siempre del cariño de mis familiares y vecinos, lo que unido al hecho de que en la casa de los Zayas había un radio y una vitrola, me hacía muy feliz, pues podía aprenderme las canciones, boleros, tangos de mi preferencia.
- Por esos días de kindergarten cantábamos acompañados al piano por la maestra; luego lo seguimos haciendo en la escuela pública donde tuve excelentes educadoras: Blandina, Celsa Bello, Pura Ferrer, e Isabel Pérez de Delgado, madre esta última de ese excelente pianista y compositor tunero Pepe Delgado.
-¿Conoció de cerca al Maestro Pepe Delgado?
- Imagínate que empecé a cantar en el teatro Martí a los diez años y él me acompañó
muchas veces y desde entonces sentí una profunda admiración por él. También compartí con otros muchos valores de la cancionística: Gudelina Reyes Simson, Neyda Barrero, Nelsa Elina Báez y su hermano Ramiro, Elio Campo y Bertica Maestre, además de Alfonso Silvestre, todos actuábamos en las veladas en las que también nos acompañaba Teófilo Parra, excelente guitarrista, quien junto a su hermano, nos ayudó mucho.
- -¿Qué más recuerda de sus inicios?
- Imagínate que siendo apenas una adolescente me enviaron a hacer unos encargos y para sorpresa mía habían instalado unos micrófonos y unas bocinas en el parque Vicente García; pregunté y alguien me respondió que se trataba de un concurso, una especie de “corte suprema del arte”, al estilo de la que se hacía en La Habana. Sin pensarlo dos veces, me presenté y gané el primer premio con el vals Florecita del Camino. Y desde entonces no he dejado de hacer arte, pero siempre por amor.
“Después la familia Zayas, a quien agradezco mucho, se trasladó para La Habana y me inscribió en el concurso de la Corte Suprema del Arte, de la emisora CMQ; me avisaron y allá me fui. Recuerdo que llegué un día antes de mi presentación. ¿Qué vas a cantar?, me preguntó Orlando de la Rosa, compositor y director de la orquesta de la CMQ. Y yo le respondí: el afrocubano Chivo que rompe tambó…
- Empieza
- Y canté: Yo jabla con ña Francisca…
- Suficiente. Hizo unos apuntes en una agenda, y eso fue todo.
- ¿Y al día siguiente?
- El teatro de la radio estaba lleno. La orquesta, vestida con sus mejores galas, inició los acordes pertinentes, y yo empecé: Yo jabla con ña Francisca… al final, un gran aplauso. Y luego la voz de ese grande de la locución cubana, Germán Pinelli, anunciando el premio; mi premio; el primer lugar.
- ¿Y después?
- El propio Pinelli me dijo que debía quedarme en La Habana, pues dadas mis posibilidades tenía muchas probabilidades de triunfar, pero yo preferí retornar a mi terruño natal.
- Y a su retorno ¿qué la esperaba en Las Tunas?
- En realidad, nada en particular, pero al poco tiempo empecé a estudiar música con la profesora Betty Bausel, quien conociendo mis limitaciones económicas, se brindó para darme las clases voluntariamente, al tiempo que, luego de limpiarle la casa a mi suegra Rosa Zayas, tenía la posibilidad de practicar en su piano todo el tiempo que deseaba, y seguir superándome culturalmente.
Inquieta por naturaleza, Coralia no descansa: en 1945 se presenta en un concurso musical en el teatro Capitolio, donde está ahora La Holguinera e interpreta el afro Tierra que va temblá y en verdad tembló, pero de los aplausos que le prodigó el público.
- Fue algo apoteósico –rememora- tanto que me hizo cambiar mi línea como cantante, pues a partir de entonces me dediqué por completo a la música afro-cubana: Oguere, Hueso duro, Drumi negrita, La culebra, Chivo que rompe tambó y muchas otras por las que he recibido no pocos aplausos.
Los recuerdos fluyen con facilidad, por lo que cada pregunta encuentra fácil respuesta en labios de esta Señora del Arte que a pesar de sus 80 años cumplidos en días recientes, conserva sus facultades físicas y psíquicas en perfecto estado, pero lo que más llama la atención es esa sonrisa suya, perenne, tan distinguida como ella misma, y delicada como verso en flor.
¿Qué sería la vida si renunciáramos a la sonrisa; a prodigar y recibir cariño, a aplaudir y a reconocer en los demás las virtudes y defectos? ¡Nada, o poco menos que nada! Quizás por eso Coralia Mantilla tiene motivos para sentirse dichosa: dada a hacer, quien ha buscado apoyo en ella, lo ha encontrado y quién buscó luz, encontró su música para iluminarle el camino.
- En realidad me inicié como profesora en 1951, en la propia academia de Betty Bausell, quien me pidió que ejerciera como tal dados los conocimientos adquiridos en teoría, solfeo y piano, durante cuatro años de intensos estudios, aún así, seguí superándome, pero no pude terminar el último curso, pues por los días que debía examinar nació mi hijo Alfonso González Mantilla (Guarapito), músico profesional por estos tiempos y mi alumno desde los siete años de edad: fui yo quien le enseñó el do re mi fa sol, entre otras cosas.
- Trabajé durante 13 años con Betty, en su academia, pues ella compró otro piano para que yo pudiera ejercer y así lo hice; luego comencé a impartir clases en mi propia casa, donde todavía ejerzo, pues me siento útil todavía.
- Cinco décadas y media de docencia ¿qué significan para usted?
- La vida misma. ¿Te imaginas a cuántos niños y jóvenes he enseñado durante estos 55 años? Una cosa si puedo decirte: muchos de mis alumnos solo estudiaban música para obtener una formación integral; otros, hijos de familias pudientes, lo hacían solo por pura vanidad, una buena parte, por vocación…, de muchos me siento orgullosa.
- ¿Puede mencionar algunos?
- No quisiera parecer injusta. He tenido tantos alumnos que de muchos no recuerdo ni sus nombres, pero me siento feliz de haber sido profesora de Cristino Márquez, a quien le impartí clases tres años y luego continuó estudios en La Habana y en Santiago de Cuba: un gran alumno; todo un virtuoso de la música.
- Puedo hablarte de Ángel Hechavarría y de Guillermo Homilla, y de muchos otros, muy talentosos todos, quienes me hacían sentir muy orgullosa cada vez que los presentaba a un examen, tras el cual siempre recibía elogios por la formación que les había dado; la mejor recompensa que un educador puede recibir.
- ¿Otros estímulos?
- Tuve el honor de cantar durante diez años con Alma Cándida Rodríguez en el coro municipal y en el 2001 participé en el del destacado sonero cubano Pío Leyva, en ocasión de filmarse la película La música en Cuba, por parte de una compañía cinematográfica Holandesa-Alemana, todo lo cual ha significado mucho para mí.
- He recibido infinidad de reconocimientos por mi abnegada labor al servicio de la Cultura, pues siempre he estado dispuesta a dar lo mejor de mí a favor de la sociedad y del desarrollo de una cultura general integral.
- ¿La familia?
- De Alfonso ya te hablé; añadir que durante unos 15 años tocó en la orquesta Miramar y con Los Surik y luego con el grupo del extinto Pío Leyva; es pianista y lleva la música por dentro; en el corazón, como a sus hijas, mis nietas (mellizas) a quienes impartí las primeras clases de teoría, solfeo y piano; ambas continuaron estudios y han ganado varios concursos: Susana es Título de Oro en Contabilidad y Finanzas, su especialidad profesional y Susel obtuvo igual mérito en Educación Musical.
- Caridad, mi hija, no desconoce el pentagrama, pero prefirió las ciencias veterinarias; graduada como médico, ejerce su profesión con mucho cariño.
-¿Aspiraciones?
- Cumplidos los 80 años me encuentro en óptimas condiciones para seguir haciendo arte e impartiendo docencia. Si me necesitan, aquí estoy, siempre dispuesta.
Y siempre virtuosa; por eso este homenaje de la cultura tunera, de sus alumnos, mío, del pueblo todo, que no es poco, ni todo lo que usted merece, por sus 55 años de quehacer artístico y sus 80 de vida, en los que ha demostrado un profundo amor por el Arte.

Alma Cándida

La candidez de Alma Cándida rinde honores a su nombre. Y es que esta mujer extraordinaria hace de la sencillez y la pureza que le son inherentes, un monumento al amor y a la virtud.
Sí, esta dama del arte que tengo ante mis ojos, me inspira respeto, y admiración, y confianza. Y siento, en lo más hondo, que es digna del homenaje que ahora le brindo: mío, de ustedes, de todos, incluidos quienes han tenido la suerte de ser sus discípulos.
Aún así, siento el temor de no poder acercarme a lo magnánimo de su espléndida existencia. Tan dada a hacer, y a dar se me antoja esta mujer, que me postro humildemente ante sus pies para rendirle tributo y darle las gracias por toda esa vida suya dedicada a enseñar, y a educar, algo que solo puede hacer quien como ella sea un evangelio vivo.
Nacida el 10 de marzo de 1928, en Gibara, la Villa Blanca de los Cangrejos, en el seno de una familia humilde y amante de la música, Alma Cándida conoce desde muy pequeña los rigores de la pobreza, aun cuando no le son extraños el pentagrama, el do re mi fa sol y la batuta.
Con solo 12 años canta a dúo con su hermana Alcira en las fiestas en las que Pelagio Rodríguez Calderón, su padre y primer profesor, actúa. De ello se siente orgullosa, pues él le enseña lo poco que había estudiado.
¡Qué época aquella! Mi padre tenía ocho hijos y nos llevaba al baile donde tocaba; nosotras cantábamos sobre una mesa; cuando terminábamos, la gente nos premiaba con unos centavos y con eso ayudábamos en la casa, rememora Alma Cándida.
“Así y todo empecé a estudiar piano y para pagar mis clases, mi padre se la tenía que ingeniar de disímiles formas: como músico, tabaquero y pintor a creyón, y aún así, la vida se tornaba cada vez más difícil, tanto que un buen día me vendían un piano en 5.00 pesos y no lo pudimos comprar. Por ese motivo solo puede estudiar piano hasta el quinto año.”
En 1944 la familia se muda para Las Tunas y las cosas mejoraron un poco con la incorporación de su padre a la Banda Municipal y a la orquesta Miramar, lo que posibilita su retorno a las clases de piano en la academia de Julia Rodríguez, “a la que no siempre se le podía pagar”.
“Aunque ya era toda una señorita de 15 años, solo contaba con un vestido para asistir a clases -explica-, pero como era de color blanco, justificaba mi escasez de ropa alegando que era devota de la Vírgen de la Caridad, por eso de las promesas.”
¿Cómo no recordar esas cosas? ¿Cómo olvidar la pérdida irreparable de su madre amantísima y la asunción inmediata de los deberes hogareños por ser la hija mayor? La vida continúa y sus deberes de entonces se tornan acicate para buscar en el arte el aliento necesario y sigue adelante.
A los 22 años, un buen día de 1950 (el amor ya ha tocado a sus puertas), contrae matrimonio con el violinista y profesor Carlos Aguillón, alguien con quien comparte, además de su cariño, los sabores y sinsabores de dos almas dedicadas al maravilloso mundo de enseñar y de hacer arte en una época donde el talento y la voluntad deben imponerse para sobrevivir.
“Mi esposo -recuerda Alma Cándida- me ayudó mucho. Por esos días él se dedicaba a crear compañías artísticas en las que yo me ocupaba de asesorar y dirigir las voces. Es entonces cuando resurge mi dúo, pero esta vez con Aida, otra hermana; actuábamos en Fígaro Show, cuyo gerente era un barbero que hacía contratos con diferentes casas comerciales y el teatro Martí.”
Pro-Arte, dirigido por Victoria Luisa Licea, también los acoge por esa época en la que estaban de moda las veladas de sociedad y otras actividades de beneficencia en el teatro Rivera.
De la unión de Alma Cándida con Aguillón nacen cuatro hijos, tres hembras y uno varón: Clotilde estudió violín y María del Pilar, piano, aunque ambas se graduaron como actrices de teatro infantil y se desempeñan como tal en el Guiñol de la ciudad de Las Tunas.
Su hijo Gerardo, violinista de profesión, fue fundador de Caisimú y de la Charanga Habanera, y Juana, la única que no se dedicó al mundo de la cultura, de vez en vez, entona alguna que otra melodía o declama una linda poesía.
De nuevo a los recuerdos. Me habla ahora de su primer curso de dirección coral en 1962, con Electo Silva y Miguel García, aunque ya había incursionado como directora de un coro en el que Coralia Mantilla, tunera de manos pródigas y talento fino y delicado, canta y toca piano con esa maestría que siempre le han sido características.
“El curso duró apenas tres meses, pero fue un punto de partida para otros muchos en los que participé, aunque desde entonces me dediqué a esta forma maravillosa de hacer arte -recuerda orgullosa- a extremos tales que en una ocasión llegué a tener seis coros a la vez.
Y es cierto, trabajadores de las fábricas de tabaco y fideos, el hospital, la escuela de enfermeras, la gastronomía local y la CTC, unieron sus voces bajo la dirección de Alma Cándida y amenizaron con su canto las noches de insomnio del pueblo protegiendo sus conquistas, además de intensas jornadas de trabajo voluntario, chequeos de emulación y en la conmemoración de fechas históricas por siempre nuestras.
“Sí, dirigí los coros de diferentes centros laborales -reconoce- y creamos una brigada cultural con la que actuamos durante la crisis de octubre en diferentes comunidades y municipios de la provincia y llevamos un rato de sano esparcimiento a los campamentos cañeros para aliviarles el cansancio a los macheteros después de una dura jornada de corte. Igual hemos hecho con los centros penitenciarios, tanto de hombres, como de mujeres, pues nadie ignora el esfuerzo de la Revolución por mejorar el comportamiento social de los reclusos.
A esos momentos de efervescencia revolucionaria estuvo unido el canto coral por algún tiempo, luego fue disminuyendo esta manifestación de la cultura, hasta desaparecer prácticamente.
Por fortuna, a finales de 1975 resurge, gracias a la voluntad cederista, el deseo de formar una nueva agrupación coral. Alma Cándida asume la tarea. A unas 500 personas preseleccionadas se les realizan las pruebas pertinentes, pero solo 45 son las escogidas. Nace así el Coro Municipal de Las Tunas.
“Esa fecha es inolvidable. Recuerdo que en nuestra primera actuación presentamos cinco piezas: Las marionetas, La Cucurera, Desde Yara hasta la Sierra, Ausencia y De Cuba para La Habana. Todo era alegría y se observaba un buen estado de ánimo entre los compañeros, pero esa situación pronto empezó a cambiar, pues no contábamos ni con un lugar para ensayar, ni con la comprensión de las administraciones que debían autorizar a los integrantes del coro para que pudieran asistir, lo que originó la pérdida de 24 de sus primeras voces.”
Así las cosas, y entre ires y venires, más de una década después resumen, sin embargo, hechos tan importantes como su participación en el concurso Mi aporte al desarrollo, auspiciado por la Brigada Hermanos Saíz, en otros festivales provinciales y nacionales de los CDR, haber alternado con importantes figuras de la canción lírica y logrado que la suya fuera la mejor agrupación coral del territorio durante varios años.
Alma Cándida creó los coros del seminternado José Martí y de la escuela Mártires del 28 de Diciembre. Con niños de esos centros educacionales formó solistas, dúos, tríos y cuartetos, visitó el Campamento de Pioneros de Tarará y participó en el XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, donde obtiene premios y otros reconocimientos.
“Me gusta mucho, y me emociona, trabajar con los niños -reconoce-. ¡Son tan inteligentes y tan agradecidos! Con ellos se puede crear. Una vez moldeados, son capaces de hacer lo inimaginable. Sus cerebros son como esponjas: lo absorben todo, pero además, son muy desinhibidos, no sienten pena, y lo más importante, actúan de manera natural.”
Pero ese criterio suyo continúa sustentándose en la actualidad con la formación de nuevos alumnos; preferentemente niños y jóvenes. Su hogar, devenido casa cultural, sigue siendo una escuela: ya antes fue espacio para el ensayo de grupos de pequeño formato, incluido el dúo Hermanas Aguillón, integrado por sus hijas Clotilde y María del Pilar.
El trabajo comunitario tampoco le es ajeno a Alma Cándida. Los vecinos de su circunscripción conocen de su empeño por descubrir talentos en su radio de acción. Cumplida la tarea, les impartió clases de música y canto y formó con ellos una brigada artística con la cual participó en diferentes actividades culturales de la provincia. Algunas de estas personas hoy forman parte de prestigiosas agrupaciones o actúan como solistas. De eso se siente orgullosa, y del reconocimiento recibido en premio a su trabajo.
Claro, ese no ha sido el único. Cincuenta años y más de quehacer artístico, cultural y docente, con resultados que superan todas las expectativas, no pueden resumirse en solo un premio, aun cuando para Alma Cándida el más grande de todos es el de servir y sentirse útil, pues al decir del Apóstol “Solo perdura y es para bien, la riqueza que se crea y es de gran ayuda.”
Fundadora del Ministerio de Cultura, de la escuela de arte El Cucalambé, instructora de la brigada de la casa de esa otra mujer extraordinaria que es Blanquita Becerra y profesora del Centro de Superación, es Alma Cándida una de las personalidades tuneras más reconocidas: el más reciente es el Premio de la Ciudad, que le fuera otorgado el pasado 20 de octubre del 2005 por su destacado aporte a la Cultura.
Antes hubo otros: Distinción por la Cultura Cubana, medalla Raúl Gómez García, Pluma del Cucalambé, el sello 26 de Julio, condecoración por 25 años del Movimiento de Artistas Aficionados, medallas de los CDR por el 28 de Septiembre y de la FMC por el 23 de Agosto; la de fundadora de las Milicias de Tropas Territoriales y otras por haber sido jurado de los festivales Cantándole al Sol y Todo el mundo canta.
Y muchos más que recoge en su currículum vitae y que no enumero por problemas de espacio ¿y de tiempo?, o quizás para evitar se ruborice ese rostro suyo, tan dado a la sonrisa y al gesto acogedor que parece acunar a quien escucha cada palabra suya: toda aliento y estímulo para quienes acuden a su hogar, humilde y sencillo hogar, en busca del aliento necesario o de la ayuda indispensable para dar los primeros pasos por el camino de las artes.
De cualquier modo sabemos que sigues ahí, siempre dispuesta; distinguida siempre, y voluntariosa, con esos 77 años cumplidos este 10 de marzo, muy saludable, para bien de todos, y de quienes agradecemos tu existencia llena de amor, y de sacrificios llena. Y en el nombre de todos, te dedico un beso, y te deseo toda la felicidad del mundo.