Tuesday, January 16, 2007

VIH/SIDA: Mujeres, más vulnerables

Foto: Reynaldo López
“A mi novio no le gusta usar condón, pero yo le digo que así ambos nos protegemos mejor y evitamos contraer alguna enfermedad de transmisión sexual e incluso, que nos podamos infectar con el SIDA, en el caso de que alguno de los dos esté contagiado con el virus del VIH.”
Esta aseveración de una de mis alumnas de Comunicación Social en la Sede Universitaria de Las Tunas, me hizo reflexionar en torno al desconocimiento que tienen algunos jóvenes acerca del VIH/SIDA, peligrosa enfermedad de transmisión sexual.
Lo que su pareja no sabe es que aún cuando recurra a la alternativa de eyacular fuera de la vagina, argumento que empleó para no usar el preservativo, eso no los protege del SIDA, pues en realidad las secreciones vaginales y el líquido preeyaculatorio que se produce durante la fase de excitación, también pueden infectarnos tanto a los hombres, como a las mujeres.
Me limitaré, sin embargo, al riesgo que corren estas últimas de ser contagiadas. Es cierto, como se ha dicho, que en tiempos de SIDA, todos estamos expuestos al VIH/SIDA, pero es importante conocer que las características biológicas del sexo femenino, por una parte, y los condicionamientos culturales y sociales, por otra, hacen que las mujeres estén más expuestas a contraer el terrible flagelo.
Y es que los roles pasivos asignados, y asumidos, por las féminas en la relación de pareja, los prejuicios y mitos acerca de la sexualidad, los tabúes que condicionan lo que es ser una mujer decente, las hace más vulnerables, y las convierte en las que más probabilidades tienen de adquirir el SIDA.
Cada día son más las mujeres que adquieren el VIH debido, no solo a relaciones fortuitas y desprotegidas, sino también como consecuencia de relaciones estables, lo cual significa que pueden ser infectadas por sus propios esposos y novios.
Ante la pregunta ¿qué las hace más vulnerables biológicamente? los especialistas consideran que el semen contiene más VIH que los fluidos vaginales y permanece más tiempo en la vagina y el tracto rectal, que las secreciones vaginales en el pene.
Aseguran que las adolescentes y las adultas en etapa postmenopáusica tienen la mucosa vaginal más permeable al virus y que los desgarros y sangramientos durante la relación sexual, multiplican los riesgos de infección.
Desde el punto de vista cultural, las mujeres han sido educadas históricamente para una sexualidad en función del goce masculino y en ocasiones les da vergüenza exigir una relación protegida, por lo que no proponen el uso del condón.
Prevalece el criterio de que la mujer debe entregarse a un hombre que la cuide y represente, lo cual le da derecho a este a tomar las decisiones y a no ser cuestionado, incluso, cuando de proteger la salud sexual de su pareja, se trate. El rechazo masculino al condón, más frecuente en la relación sexual estable, también hace a la mujer culturalmente más vulnerable.
Súmese a ello que no siempre se establece una adecuada comunicación con la pareja sobre sexualidad, o se le considera fiel por ser estable, la posición de subordinación que asumen muchas mujeres debido a mitos y leyendas que las convierten en amantes pasivas cuando de sexo se trata, la violencia en todas sus manifestaciones, y en especial, la sexual, de que son víctimas en múltiples ocasiones, en fin…
Muchas veces los hombres no quieren usar condones –le escuché decir a otra de mis alumnas-, pero cuando eso sucede debemos asumir una posición sensata y decir que no, al margen de gustos y preferencias, pues no debemos olvidar que nuestra salud es lo más importante.
Y hay hasta quienes aseguran que acaban de hacerse la prueba del VIH/SIDA –advierte otra- como si eso bastara, pero un solo análisis no dice nada, porque puede estar en período de ventana, que es el tiempo que transcurre desde que la persona se pone en contacto con el virus, hasta que aparecen los anticuerpos específicos que identifican la infección por el mismo, sobre todo, si existen antecedentes de una conducta sexual de riesgo.
Lo cierto es que son muchas las dudas que existen entre jóvenes acerca del VIH/SIDA y para aclararlas, lo mejor es acudir a las consejerías Cara a Cara o Anónima, en el área de salud que corresponda o al Centro Provincial de Higiene y Epidemiología de cada territorio.
También pueden utilizar el servicio telefónico LineAyuda o acudir a la Casa de Orientación de la Mujer y la Familia, en cada municipio, además de asistir a las consultas Infanto-Juvenil y de Planificación Familiar o a la de Climaterio y Menopausia en los hospitales Gíneco-Obstétricos correspondientes. Y si lo prefiere, 26 está en la mejor disposición de aclarar tus dudas, siempre a partir de la orientación acertada de los especialistas que atienden esta problemática en la provincia..

Monday, January 08, 2007

Media noche en Ixchiguan


Foto: Norge Santiesteban

Las manecillas del reloj marcan las 12.00 en punto. Es media noche en Ixchiguan, localidad rural situada a unos cuatro kilómetros del departamento de San Marcos, en la República de Guatemala. A esa hora una mujer comienza a sentir fuertes dolores en su vientre: está a punto de nacer su bebé.

-Pase, pase usted, doctora

Una mujer trigueña y de hermosos ojos penetra en la humilde morada. Viste bata blanca. En sus manos, lo indispensable para atender el caso. Se acerca a la paciente. De inmediato se da cuenta de que se trata de una parturienta pelviana, pues una piernecita del bebé ya se encuentra fuera. El parto, a todas luces, se vislumbra difícil.

-Por favor, necesito agua hervida -pide solícita- al tiempo que se prepara para realizar el parto. El tiempo transcurre y luego de un esfuerzo tremendo, el llanto de un niño irrumpe en la madrugada: es el anuncio de que una nueva vida acaba de nacer.

Así lo recuerda la doctora tunera Martha Luisa Velazco Pavón, especialista en Medicina General Integral, quien no oculta su orgullo por haber salvado al recién nacido y a su madre, y muchas vidas más, en ese país centroamericano de unos 11 millones de habitantes, de los cuales la mitad aproximadamente son indígenas.

En la tierra del quetzal la doctora Martha Luisa brindó sus servicios durante 27 meses, primero en el Programa Integral de Salud y luego en la labor asistencial en el hospital rural Fray Bartolomé, donde se desempeñó como Obstetra la mayor parte del tiempo.

“En Altaverapaz asistí a un sinnúmero de partos, casi siempre con la ayuda de comadronas de la propia comunidad, a muchas de las cuales adiestré impartiéndole clases relacionadas con el embarazo y el trabajo de parto, entre otras

“En el hospital rural Fray Bartolomé –explica la especialista- aprendí a manejar enfermedades tales como la leishmaniasis, dolencia zoonótica causada por diferentes especies de protozoarios, la malaria, la oncocercosis e incluso, mordeduras de serpientes.

“Las manifestaciones clínicas de la leishmaniasis–añade- van desde úlceras cutáneas que cicatrizan espontáneamente, hasta formas fatales en las cuales se presenta inflamación severa del hígado y del bazo. El parásito se transmite al humano, y a los animales, a través de la picadura de hembras de los mosquitos pertenecientes a los géneros Phlebotomus y Lutzomyia.

¿Qué es la Oncocercosis?

La Oncocercosis o Ceguera de los ríos es una enfermedad producida por un gusano llamado Onchocerca volvulus, que ocasiona daños en la piel y puede llegar a producir graves alteraciones en los ojos, hasta dejar ciegas a las personas.

Los gusanitos pueden producir comezón, salpullido e hinchazones en la piel. Cuando llegan a adultos, construyen nódulos en los cuales se meten, y allí se reproducen, exportando gusanitos pequeños a todo el cuerpo. Cuando la persona llega a tener muchos gusanos en su organismo, se producen lesiones muy graves, como la pérdida de la elasticidad de la piel, especialmente en la cara, las orejas y la región inguinal. Lo peor que puede llegar a producir la oncocercosis es dificultad para ver y, finalmente, ceguera.
Este gusano entra al organismo a través de la picadura de una mosca del género Simulium, la cual crece en los riachuelos y otras corrientes de agua limpia.

¿A qué otras actividades estuviste vinculada?

En el departamento de Suchitepeque estuve destacada en una Posta Médica. Allí brindé diferentes servicios, incluidas pruebas citológicas, vacunación, labor de terreno, contribuí a montar una farmacia con ayuda del Alcalde, en fin…

¿Y en cuanto a la docencia?

Esa es una parte de mi estancia en San Marcos que nunca olvidaré. Allí impartí clases todos los sábados a estudiantes guatemaltecos y cubanos de la Escuela Latinoamericana de Medicina que se encontraban rotando por esa área.

Recuerdo que tuvimos muy atareados con la preparación de las aulas y otras condiciones para poder desarrollar la docencia por un período de más de 10 meses, hasta que se hicieron médicos.

Esa fue una experiencia de mucho valor para mí, pero lo que más me impactó fue que logramos sensibilizar a los estudiantes de Guatemala en el sentido de asumir el compromiso de actuar como los cubanos en el propósito de servir a su pueblo.

Hablemos de amor

Tengo dos grandes amores: Susana y Pedro Pablo, mis hijos, a quienes quiero con todo el alma. También siento un profundo amor por mi Patria y por mi profesión, sin las cuales no podría contribuir al bienestar de tantas personas que necesitan de mi concurso dentro y fuera de Cuba.

Perspectivas

En estos momentos me desempeño como vicedirectora de Asistencia Médica en el policlínico Aquiles Espinosa, en esta ciudad, aunque debo aclarar que me estoy preparando para partir próximamente con destino a la República Bolivariana de Venezuela donde debo cumplir mi segunda misión como médico internacionalista.