Monday, October 19, 2009

Hospital "Guillermo Domínguez"

Vitalidad asistencial

Fotos: Ernesto Peña Leyva

En días recientes realicé una visita de trabajo al hospital general docente Guillermo Domínguez López, de Puerto Padre, y puedo asegurarles que me sentí gratamente sorprendido con las cosas que oí y vi, en esa importante institución de la salud, ubicada a unos 53 kilómetros al norte de Las Tunas.

Transcurridos 27 años desde su fundación y luego del paso del ciclón Ike por el territorio, el inmueble quedó prácticamente destrozado y sin embargo, los aires que allí se respiran, reconfortan el espíritu; no porque se hayan resuelto los problemas constructivos, algo que muchos deseamos, sino porque a pesar de todo, ni un solo servicio de los que allí se ofrecen, se ha dejado de brindar.

Por el contrario, excepto neurocirugía, tenemos todas las especialidades médicas –explica el doctor Arnulfo Gallego Domínguez, director de la institución- y atendemos a más de 160 mil habitantes de Puerto Padre, “Menéndez” y parte de Velazco y de Manatí, sin excluir el hecho de que la asistencia se ha perfeccionado con la introducción de equipos de primera generación, que influyen en la calidad del diagnóstico y por consiguiente, en el tratamiento y recuperación de los pacientes.

Este año se nos ha dado la oportunidad –reconoce el galeno- de proponer una plantilla que se ajuste más a las necesidades del territorio, lo que nos permitiría incrementar los servicios con la introducción de especialidades como oncología (el cáncer es la primera causa de muerte en Puerto Padre en los últimos cinco años) y neurocirugía, propias de un hospital terminal, sin excluir el hecho de contar con un Tomógrafo Axial Computarizado, entre otros equipos de alta tecnología, para brindar un servicio óptima calidad.

Otra fortaleza que nos favorece –argumenta- es el extraordinario esfuerzo que hemos realizado en la formación de los recursos humanos: enfermeras, técnicos de nivel básico y medio, licenciados en diferentes especialidades –en estos momentos tenemos más de 700 estudiantes- todo ello con el propósito de lograr la excelencia en los servicios.

Y lo más importante –advierte el galeno- muchas de estas cosas han ocurrido luego de haber sido afectados por los desastres naturales, etapa en la que ha sido necesario trabajar muy duro en la recuperación de diferentes áreas, aun cuando subsisten situaciones en las que se continúan los esfuerzos para devolverle al hospital la vitalidad de otros tiempos y eso lo reconocen pacientes y familiares.

En verdad, el trato ha sido maravilloso –reconoce Damaris Álvarez Domínguez, una de las embarazadas a las que se le practicó cesárea en días recientes, me siento muy satisfecha por la atención recibida, dijo, y luego y elogió al personal que hizo posible que su niño Kenny Alexander naciera sin problema alguno.

Fidelia, la madre, también muestra su agradecimiento y aplaude la calidad de la atención médica y la delicadeza del trato recibido.

Lo cierto es que aun cuando el hospital Guillermo Domínguez no se ha recuperado totalmente de los embates de la naturaleza, tiene como fortaleza indiscutible, esa vitalidad asistencial que lo caracteriza y que quienes acuden a la institución, agradecen.

Friday, October 16, 2009

INFLUENZA A H1N1


Prevenible y letal

Foto: Norge Santiesteban

Del 26 de abril al 6 de mayo de este año, las instituciones de Salud de Cuba recibieron instrucciones acerca de cómo enfrentar la Influenza A H1N1, en momentos en que en el mundo prácticamente no se poseía una metodología para el diagnostico de este nuevo virus, que suele ser letal si no se asume una

El país enfrenta hoy una situación epidemiológica muy compleja, debido a la combinación de epidemias como la Influenza A H1N1, la gripe estacional, el dengue y la conjuntivitis, entre otras enfermedades, de las que no está exenta la oriental provincia de Las Tunas.

A propósito de esta problemática el doctor Marcos Agustín del Risco del Río, director de Salud Pública en el territorio, refiere que inmediatamente después de tales indicaciones, se inició un proceso de capacitación del personal y de creación de las condiciones de aislamiento necesarias para darle seguimiento a cada caso sospechoso, sobre todo, a aquellas personas provenientes de otros países, incluidos los colaboradores cubanos, lo que permitió detectar los primeros cinco casos positivos.

Posteriormente –refiere- se inicia una segunda etapa en la cual se adoptan otras medidas organizativas con la intervención de diferentes sectores y organismos y se logra minimizar los primeros efectos con un adecuado control de los factores de riesgo, lapso tras el cual comienza a desarrollarse una nueva ola pandémica debido al cambio de clima, lo que trae consigo la aparición de casos que no tienen nada que ver con persona alguna venida del exterior, lo que nos demuestra que el virus circula entre la población.

Ante estas circunstancias, se acrecientan las medidas relacionadas con la preparación del transporte sanitario, los salones de parto y otros servicios y lugares de aislamiento, fundamentalmente, para las embarazadas y los niños menores de 5 años, sin excluir a los escolares, por ser los más vulnerables y no percibir el riesgo, dado el hecho de que es una enfermedad que tiene síntomas similares al catarro.

Lo anterior –aclara- ha incidido en el surgimiento de brotes epidémicos y a la aparición y confirmación de13 casos positivos en escolares, lo que ha obligado al sector educacional a poner en tensión todas sus fuerzas para enfrentar esta problemática y continuar con el curso escolar.

Respecto a la situación real de la provincia, el doctor del Risco reconoce que de los gérmenes que circulan, el más complicado es el de la Influenza A H1N1, pues como se ha informado, estamos en presencia de un virus nuevo que “desconecta” el sistema inmunológico y se transmite por una vía muy fácil, lo que unido al hecho de que las personas no tienen una verdadera percepción del riesgo, torna mucho más grave la situación, de manera especial en las embarazadas, en los niños menores de 5 años, los asmáticos, los cardiópatas, los inmunodeprimidos y los diabéticos.

Lo peor de todo –añade- es que mientras más personas se infesten, mayor puede ser el número de fallecidos. La cuarta causa de muerte en Cuba se debe a la influenza estacional y a la neumonía, a lo que ahora se añade una situación de epidemia con la circulación de este virus, lo que puede hacer más crítica la situación.

Hasta la fecha se han estudiado en la provincia un total de 187 muestras –reconoce-, de las cuales han resultado positivas 34, en tanto otras nueve están en proceso.

La Influenza A H1N1 se comporta como un cuadro gripal con síntomas respiratorios a veces leves y en otras ocasiones graves, que pueden provocar la muerte. Al referirse a estos síntomas y a las posibilidades reales de disminuir sus efectos, el galeno los considera similares a los de un catarro común: fiebre igual o mayor a 38 grados centígrados, síntomas respiratorios, tos, congestión y secreción nasal, dolor de garganta, en articulaciones y musculares, y expectoración y cefalea, aunque también pueden aparecer escalofríos y vómitos.

Ante la aparición de uno de ellos, lo más importante es acudir de inmediato a la institución de salud más cercana –aconseja-, o por lo menos, en el transcurso de las primeras 48 horas, tiempo en el cual es más efectivo el tratamiento antiviral. Los casos críticos reportados se deben a que estas personas no han estimado necesario acudir al médico a tiempo y al final se han complicado.

A los grupos vulnerables hay que darles un tratamiento diferenciado –advierte- además de incrementar las medidas higiénico-sanitarias, tales como cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo o papel en el momento de toser o estornudar, no tocarse estos órganos innecesariamente, no escupir en el suelo o en otras superficies expuestas al medio ambiente y mantener ventilados la casa y el centro de trabajo.

Es muy importante evitar o minimizar el contacto cercano con las personas enfermas y en el caso de las embarazadas y puérperas, siempre que vivan con alguien que tenga la dolencia, deben consultar a su médico acerca de la conducta a seguir, sugiere.

En clara referencia a la comunidad sin exposición conocida, el doctor Marcos del Risco recomienda el lavado de las manos frecuentemente con agua y jabón, evitar saludar de mano y de beso, no frotarse los ojos, ni asistir a sitios de concentración masiva que no sean necesarios, abrigarse y evitar cambios bruscos de temperatura, no suspender la lactancia a su niño, dormir lo suficiente, hacer ejercicio físico, controlar el estrés, tomar muchos líquidos, no exponerse a contaminantes ambientales y no fumar en lugares cerrados o cerca de niños, ancianos y personas enfermas.

Respecto al saneamiento ambiental recomienda la recogida de desechos sólidos, la chapea de patios y solares yermos, la limpieza de ríos y arroyos, elementos esenciales para preservar la higiene, por lo que deben incrementarse las acciones cotidianas en este sentido.

Por eso es tan importante que la comunidad desarrolle hábitos higiénicos que influyan en un adecuado saneamiento ambiental y medidas de higiene personal y colectiva para eliminar las condiciones que propician la proliferación de vectores, y por consiguiente, de enfermedades como el dengue, la conjuntivitis y la leptospirosis, entre otras.

La responsabilidad individual de acudir tempranamente al médico, de no ocultar los síntomas, con la garantía de la existencia de una resolución del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social que establece un tratamiento salarial diferenciado para estas personas enfermas y para quienes tienen la responsabilidad de cuidar a las que padecen las consecuencias del virus, es una realidad que no debemos obviar, afirma.

No es ocioso decir que el Código Penal cubano en su articulo 187, Delitos contra la Salud Pública, establece que toda persona que sea capaz de propagar la enfermedad por no acudir al médico, puede ser recluido de tres meses a ocho años de prisión o sancionado a pagar multas de 100 a 300 cuotas o ambas, toda vez que nadie está autorizado para transmitir o propagar una enfermedad.

En cualquier caso, la población puede estar segura de que están creadas las condiciones en todas las instituciones de salud, para enfrentar la epidemia, disminuir su impacto y preservar la vida, sin olvidar que para ello lo más importante es la actitud responsable que sea capaz de asumir cada cual.

Friday, October 09, 2009

BESO LETAL

Al decir del poeta… El beso es la comunión de dos almas/que al sentirse sus agravios/sellan dos profundos labios/para encerrar… el virus de la Influenza A H1N1, y no su embeleso, como él escribiera.
Y puede que usted no tome en serio este “arreglo” del cuarto verso de la referida estrofa, y hace mal, pues el virus se propaga de persona a persona, de modo que las principales vías de transmisión están relacionadas con el contacto entre individuos sanos y enfermos o cuando estos lo expelen en las microgotas que expulsan al toser, estornudar, hablar… o se acercan demasiado a otros individuos.
Puede adquirirse también si entramos en contacto con secreciones de enfermos depositadas en utensilios de cocina, objetos de tocador, teclado de computadoras, pasos de escaleras, teléfonos y otras superficies que hayan sido contagiadas, pues el germen, que tiene un período de infectación de hasta siete días, puede vivir 24 horas fuera del cuerpo humano.
Estas posibilidades de transmisión se tornan más preocupantes debido a que no todos los ciudadanos, sin importar la edad, tienen percepción del riesgo que supone contraer la enfermedad y muchas veces la asocian con una gripe leve, un simple catarro, que en cualquier momento deja de afectarlas, lo cual puede ser muy lamentable, toda vez que adquirido el virus, si no se trata a tiempo, llega a resultar fatal.
Los síntomas de la influenza A H1N1 (Hemaglutinina 1 Neuraminidasa 1 A) son similares a los de la gripe común: fiebre alta, ardor y dolor en la garganta, tos, secreción nasal y cefalea, dificultad para respirar, malestar general que puede llevar a la postración, y en ocasiones, nauseas, vómitos y diarreas, principalmente en los niños.
Los grupos vulnerables o de riesgo más reconocidos los constituyen las mujeres embarazadas, condición que adquiere singular relevancia si consideramos que este virus afecta preferentemente a los jóvenes y a las personas que padecen enfermedades respiratorias (asma), cardiovasculares, diabetes e inmunodepresión, en las que se acentúa el riesgo de que esta dolencia adquiera gravedad o conduzca a la muerte.
Como quiera que el número de casos se incrementa cada minuto en el mundo, incluida el área de las Américas, y que el virus también circula en la Isla de Cuba, y en la provincia de Las Tunas, en particular, resulta necesario que la población comprenda la urgencia de extremar las medidas higiénico-sanitarias para prevenir su proliferación o por lo menos disminuirla, las cuales incluyen el lavado frecuente de las manos con agua y jabón, cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, evitar el contacto cercano con personas enfermas y no tocarse los ojos, la nariz, ni la boca innecesariamente.
Y no olvide: el beso cándido y tierno que recibimos o damos, es algo maravilloso, pero si esa persona está infectada con el virus de la Influenza A H1N1, entonces puede convertirse en un beso letal…

Influenza AH1N1

El precio de no cuidarse
El crecimiento constante de las cifras de infectados con el virus de la Influenza AH1N1 en el mundo, incluidos 35 países del área de Las Américas, es motivo suficiente para que extrememos las medidas higiénico-sanitarias en aras de prevenir la peligrosa enfermedad.
Debo aclararles que los síntomas de esta patología son similares a los de la gripe común: fiebre de más de 38 grados, ardor y dolor en la garganta, tos, secreción nasal y cefalea, dificultad para respirar, malestar general que puede llevar a la postración, y en ocasiones, nauseas, vómitos y diarreas.
He podido conocer a través de consultas hechas a algunos especialistas del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, de Las Tunas, que los grupos vulnerables o de riesgo más reconocidos los constituyen las mujeres embarazadas y los niños menores de cinco años, aunque en los jóvenes y las personas que padecen enfermedades respiratorias, cardiovasculares, diabetes e inmunodepresión, también se acentúa el riesgo de que esta dolencia adquiera gravedad o los conduzca a la muerte.
Esta realidad nos obliga a extremar las medidas de precaución, entre las que se incluyen cubrirnos la nariz y la boca con un pañuelo o papel cuando tosemos o estornudamos y si no los tenemos, debemos hacerlo en la manga de la camisa o en el ángulo del codo, pero nunca en las manos, aun cuando debemos lavarnos estas siempre que lo hagamos, con agua y jabón.
Tampoco debemos tocarnos los ojos, la nariz o la boca, pues esta es la manera en que se propagan los gérmenes; evitemos saludar con un beso, e incluso con las manos y algo muy importante, no escupamos en el suelo o en otras superficies expuestas al medio ambiente. Ventilemos la casa y el centro de trabajo; mantengamos una distancia mínima de un metro de las demás personas y eludamos los sitios concurridos.
Toda medida es poca, por eso mantengamos limpios los objetos de uso personal y colectivo y todo lo que toquemos con las manos, con el fin de disminuir la adherencia del virus en las superficies inanimadas; la casa y sus alrededores debemos conservarlos limpios: el virus es muy sensible al jabón, al cloro y al alcohol.
Es muy importante evadir o minimizar el contacto cercano con las personas enfermas y en el caso de las embarazadas, siempre que vivan con alguien que tenga influenza AH1N1, o tiene contacto cercano, deben consultar a su médico acerca de que medicamento tomar para prevenir la enfermedad.
Y lo más importante: ante el menor síntoma, no nos automediquemos; acudamos al médico de inmediato: en todas las instituciones de Salud del territorio están creadas las condiciones y existen los medicamentos necesarios para brindarnos los cuidados especiales que necesitemos en caso de contraer la enfermedad..
Y créame, prevenir la influenza AH1N1 cuesta menos, y si la adquirimos, el tratamiento oportuno garantiza nuestras vidas.