Wednesday, November 26, 2008

Iniciativa cubana es posible


La calidad de vida refleja el sentido de bienestar físico y mental de las personas, por cuanto es expresión de aspectos tales como la cultura y la recreación; la seguridad, la salud y la educación, además de los derechos, valores, creencias y aspiraciones que les son inherentes al individuo dentro de la sociedad.
Con esta visión se desarrolló en el Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, en esta ciudad, el evento previo al Congreso Internacional Salud y Calidad de Vida, cuya celebración tendrá lugar el mes de abril del próximo año, en la provincia de Holguín.
En la apertura del encuentro se presentó la tabla gimnástica del círculo de abuelos del policlínico doctor Gustavo Aldereguía, en tanto otras personas de la tercera edad deleitaron a los presentes con diferentes manifestaciones artísticas.
Uno de los aspectos del programa que más impactó al auditorio: especialistas, enfermeras, técnicos y otros trabajadores de la salud, lo constituyó la conferencia magistral Iniciativa Cubana por la Calidad de Vida. Municipio como eslabón fundamental, impartida por el doctor Rhoden Rodríguez, coordinador del Congreso Internacional de Salud y Calidad de Vida.
La iniciativa cubana se justifica en el hecho de que la mortalidad por enfermedades infecciosas y parasitarias ha descendido a indicadores que hoy representan el 0,8 por ciento del total de fallecidos en el país, en tanto las dolencias del corazón, cerebrovasculares, tumores malignos y accidentes, representan el 65 por ciento de los fallecidos.
Estos padecimientos, además de los mentales y las osteoarticulares, incrementan la carga de discapacidad de las personas, cuestiones que también justifican la iniciativa cubana.
Como se sabe todas estas enfermedades son perfectamente prevenibles con la realización de ejercicios físicos, una cultura alimentaria adecuada y la reducción del hábito de fumar y de la ingestión de bebidas alcohólicas, entre otras medidas.
El Programa Nacional Salud y Calidad de Vida tiene su respaldo legal en el acuerdo 3790, del Consejo de Ministros del 30 de octubre del 2000, como prueba fehaciente de la importancia que le concede al mismo el Gobierno Cubano, por cuanto significa para preservar la salud y lograr una calidad de vida que se corresponda con el humanismo de nuestro proceso social.