Monday, January 08, 2007

Media noche en Ixchiguan


Foto: Norge Santiesteban

Las manecillas del reloj marcan las 12.00 en punto. Es media noche en Ixchiguan, localidad rural situada a unos cuatro kilómetros del departamento de San Marcos, en la República de Guatemala. A esa hora una mujer comienza a sentir fuertes dolores en su vientre: está a punto de nacer su bebé.

-Pase, pase usted, doctora

Una mujer trigueña y de hermosos ojos penetra en la humilde morada. Viste bata blanca. En sus manos, lo indispensable para atender el caso. Se acerca a la paciente. De inmediato se da cuenta de que se trata de una parturienta pelviana, pues una piernecita del bebé ya se encuentra fuera. El parto, a todas luces, se vislumbra difícil.

-Por favor, necesito agua hervida -pide solícita- al tiempo que se prepara para realizar el parto. El tiempo transcurre y luego de un esfuerzo tremendo, el llanto de un niño irrumpe en la madrugada: es el anuncio de que una nueva vida acaba de nacer.

Así lo recuerda la doctora tunera Martha Luisa Velazco Pavón, especialista en Medicina General Integral, quien no oculta su orgullo por haber salvado al recién nacido y a su madre, y muchas vidas más, en ese país centroamericano de unos 11 millones de habitantes, de los cuales la mitad aproximadamente son indígenas.

En la tierra del quetzal la doctora Martha Luisa brindó sus servicios durante 27 meses, primero en el Programa Integral de Salud y luego en la labor asistencial en el hospital rural Fray Bartolomé, donde se desempeñó como Obstetra la mayor parte del tiempo.

“En Altaverapaz asistí a un sinnúmero de partos, casi siempre con la ayuda de comadronas de la propia comunidad, a muchas de las cuales adiestré impartiéndole clases relacionadas con el embarazo y el trabajo de parto, entre otras

“En el hospital rural Fray Bartolomé –explica la especialista- aprendí a manejar enfermedades tales como la leishmaniasis, dolencia zoonótica causada por diferentes especies de protozoarios, la malaria, la oncocercosis e incluso, mordeduras de serpientes.

“Las manifestaciones clínicas de la leishmaniasis–añade- van desde úlceras cutáneas que cicatrizan espontáneamente, hasta formas fatales en las cuales se presenta inflamación severa del hígado y del bazo. El parásito se transmite al humano, y a los animales, a través de la picadura de hembras de los mosquitos pertenecientes a los géneros Phlebotomus y Lutzomyia.

¿Qué es la Oncocercosis?

La Oncocercosis o Ceguera de los ríos es una enfermedad producida por un gusano llamado Onchocerca volvulus, que ocasiona daños en la piel y puede llegar a producir graves alteraciones en los ojos, hasta dejar ciegas a las personas.

Los gusanitos pueden producir comezón, salpullido e hinchazones en la piel. Cuando llegan a adultos, construyen nódulos en los cuales se meten, y allí se reproducen, exportando gusanitos pequeños a todo el cuerpo. Cuando la persona llega a tener muchos gusanos en su organismo, se producen lesiones muy graves, como la pérdida de la elasticidad de la piel, especialmente en la cara, las orejas y la región inguinal. Lo peor que puede llegar a producir la oncocercosis es dificultad para ver y, finalmente, ceguera.
Este gusano entra al organismo a través de la picadura de una mosca del género Simulium, la cual crece en los riachuelos y otras corrientes de agua limpia.

¿A qué otras actividades estuviste vinculada?

En el departamento de Suchitepeque estuve destacada en una Posta Médica. Allí brindé diferentes servicios, incluidas pruebas citológicas, vacunación, labor de terreno, contribuí a montar una farmacia con ayuda del Alcalde, en fin…

¿Y en cuanto a la docencia?

Esa es una parte de mi estancia en San Marcos que nunca olvidaré. Allí impartí clases todos los sábados a estudiantes guatemaltecos y cubanos de la Escuela Latinoamericana de Medicina que se encontraban rotando por esa área.

Recuerdo que tuvimos muy atareados con la preparación de las aulas y otras condiciones para poder desarrollar la docencia por un período de más de 10 meses, hasta que se hicieron médicos.

Esa fue una experiencia de mucho valor para mí, pero lo que más me impactó fue que logramos sensibilizar a los estudiantes de Guatemala en el sentido de asumir el compromiso de actuar como los cubanos en el propósito de servir a su pueblo.

Hablemos de amor

Tengo dos grandes amores: Susana y Pedro Pablo, mis hijos, a quienes quiero con todo el alma. También siento un profundo amor por mi Patria y por mi profesión, sin las cuales no podría contribuir al bienestar de tantas personas que necesitan de mi concurso dentro y fuera de Cuba.

Perspectivas

En estos momentos me desempeño como vicedirectora de Asistencia Médica en el policlínico Aquiles Espinosa, en esta ciudad, aunque debo aclarar que me estoy preparando para partir próximamente con destino a la República Bolivariana de Venezuela donde debo cumplir mi segunda misión como médico internacionalista.