La hipertensión arterial es la más común de las afecciones de la salud de los individuos adultos a escala mundial, por lo que es considerada como una enfermedad en sí misma y el factor de riesgo más importante para la aparición de patologías tales como la cardiopatía isquémica y las insuficiencias cardiaca y renal, además de las dolencias cerebrovasculares.
En Cuba, alrededor de un 30 por ciento de la población mayor de 14 años es hipertensa conocida, y se estima que después de los 50, cerca de la mitad de las personas de esa edad, puede padecerla. De ello se infiere la necesidad de conocer si somos o no hipertensos, y de serlos, mantenerla bajo estricto control, la mejor alternativa para contar con una larga expectativa de vida.
Esto es muy importante, pues se sabe que en muchos casos, la primera manifestación clínica de la hipertensión arterial es la aparición de un evento ciertamente agudo: la crisis hipertensiva.
El doctor Juan Núñez Chacón, especialista en Medicina General Integral, vicedirector primero del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología y Secretario del Drupo de Hipertensión Arterial, en Las Tunas, define la crisis hipertensiva como la elevación súbita de la presión arterial, por encima de los parámetros normales, cuyas consecuencias pueden afectar o no, órganos importantes, y poner en peligro la vida del paciente.
¿Parámetros normales? –inquiero- y el especialista responde que una presión arterial óptima es la que presenta menos de 120 la sistólica (alta) y de 80 la
diastólica (baja); en tanto es normal cuando se encuentra por debajo de 130 y de 85 y normal alta cuando se expresa entre 130-139 y 85-89. Se valora como hipertensión discreta, 140-159 con 90-99; moderada, 160-179, con 100-109; severa, 180-209 con 110-119, y muy severa 210 y más con 120 y más.
Los factores que intervienen en la aparición de una crisis hipertensiva en
pacientes diagnosticados –asevera el galeno- están relacionados con el abandono de su tratamiento o con la forma inadecuada de realizarlo, además de otras transgresiones de hábitos dietéticos o alimentarios. Hay personas, sin embargo, en las que su primera manifestación es una crisis hipertensiva, sin que podamos establecer la causa.
Entre los síntomas y signos que demuestran que una persona se encuentra en ese estado, el especialista señala como lo más frecuentes el dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos y el sangramiento por la nariz; también pueden aparecer déficit neurológico y alteraciones visuales, aunque el signo más importante es la constatación, por el médico, de cifras de presión arterial por encima de las normales.
¿Cómo prevenir la hipertensión arterial? El doctor reconoce como una de las medidas más importantes la modificación del estilo de vida de los pacientes diagnosticados, lo cual incluye el control del peso corporal y la disminución de la obesidad, el incremento de la actividad física y eliminar o reducir a límites permisibles la ingestión de alcohol.
Lograr una adecuada educación nutricional con énfasis en los alimentos energéticos y proporcionadores de micronutrientes que favorecen la salud, además de eliminar el hábito de fumar, resulta vital en la prevención de la hipertensión arterial.
En Cuba, alrededor de un 30 por ciento de la población mayor de 14 años es hipertensa conocida, y se estima que después de los 50, cerca de la mitad de las personas de esa edad, puede padecerla. De ello se infiere la necesidad de conocer si somos o no hipertensos, y de serlos, mantenerla bajo estricto control, la mejor alternativa para contar con una larga expectativa de vida.
Esto es muy importante, pues se sabe que en muchos casos, la primera manifestación clínica de la hipertensión arterial es la aparición de un evento ciertamente agudo: la crisis hipertensiva.
El doctor Juan Núñez Chacón, especialista en Medicina General Integral, vicedirector primero del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología y Secretario del Drupo de Hipertensión Arterial, en Las Tunas, define la crisis hipertensiva como la elevación súbita de la presión arterial, por encima de los parámetros normales, cuyas consecuencias pueden afectar o no, órganos importantes, y poner en peligro la vida del paciente.
¿Parámetros normales? –inquiero- y el especialista responde que una presión arterial óptima es la que presenta menos de 120 la sistólica (alta) y de 80 la
diastólica (baja); en tanto es normal cuando se encuentra por debajo de 130 y de 85 y normal alta cuando se expresa entre 130-139 y 85-89. Se valora como hipertensión discreta, 140-159 con 90-99; moderada, 160-179, con 100-109; severa, 180-209 con 110-119, y muy severa 210 y más con 120 y más.Los factores que intervienen en la aparición de una crisis hipertensiva en
pacientes diagnosticados –asevera el galeno- están relacionados con el abandono de su tratamiento o con la forma inadecuada de realizarlo, además de otras transgresiones de hábitos dietéticos o alimentarios. Hay personas, sin embargo, en las que su primera manifestación es una crisis hipertensiva, sin que podamos establecer la causa.
Entre los síntomas y signos que demuestran que una persona se encuentra en ese estado, el especialista señala como lo más frecuentes el dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos y el sangramiento por la nariz; también pueden aparecer déficit neurológico y alteraciones visuales, aunque el signo más importante es la constatación, por el médico, de cifras de presión arterial por encima de las normales.
¿Cómo prevenir la hipertensión arterial? El doctor reconoce como una de las medidas más importantes la modificación del estilo de vida de los pacientes diagnosticados, lo cual incluye el control del peso corporal y la disminución de la obesidad, el incremento de la actividad física y eliminar o reducir a límites permisibles la ingestión de alcohol.
Lograr una adecuada educación nutricional con énfasis en los alimentos energéticos y proporcionadores de micronutrientes que favorecen la salud, además de eliminar el hábito de fumar, resulta vital en la prevención de la hipertensión arterial.
