Reducir a la mitad las nuevas infecciones por VIH constituyó uno de los principales Objetivos para el Desarrollo del Milenio, adoptados por la ONU en el año 2000. Sucede, sin embrago, que desde entonces han aumentado considerablemente, lo cual indica que frenar la expansión que afecta a más de cinco millones de personas en todo el mundo, es uno de los principales retos de las autoridades sanitarias y gubernamentales en el 2006.
La negativa realidad del SIDA ha llevado a algunos investigadores de Estados Unidos, Holanda y Suiza, a considerar que uno de los principales problemas en la lucha contra esta terrible enfermedad es precisamente la falta de medios y a aseguran que "la pandemia de VIH amenaza la viabilidad de las estructuras sanitarias, el sistema social y el crecimiento económico de los países más desfavorecidos".
Por eso, afirman, hay que aprovechar bien los recursos con los que se cuenta y ver dónde pueden resultar más eficaces. Concluyen que "las mejores inversiones en la lucha contra la enfermedad, en cuanto a su buena relación costo-eficacia, incluyen campañas preventivas en los medios, intervenciones centradas en la educación de las prostitutas y estrategias orientadas al tratamiento de otras infecciones de transmisión sexual (ETS)", iniciativas que bien aplicadas, pueden ayudar a disminuir las infecciones por VIH.
Cuando apareció la primera línea de antirretrovirales, su precio ascendía a unos diez mil dólares por paciente ( ocho mil 400.00 euros) pero ahora no supera los 140.00 dólares (117 euros), por lo que los investigadores consideran que “esta reducción del precio obliga a evaluar seriamente cuál es el impacto que la extensión del tratamiento ha tenido sobre la salud y cuál es su rentabilidad.
Análisis realizados por estos expertos en torno a las intervenciones que se realizan en dos de las zonas más afectadas por la enfermedad del SIDA: el África Subsahariana y el sudeste asiático, permiten asegurar que en ambas regiones la transmisión del VIH se produce fundamentalmente por vía heterosexual y al propio tiempo, que la mayor rentabilidad y eficacia corresponde a los programas de educación y tratamiento de las infecciones sexuales transmitidas por las mujeres que ejercen la prostitución.
De ello se infiere que ante las restricciones económicas, los recursos existentes son más útiles si se invierten en campañas de educación sanitaria y/o promoción de salud a través de los diferentes medios de difusión masiva y el tratamiento de las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS).
Muchos consideran que la educación y el tratamiento para las infecciones de transmisión sexual sirven para reducir el impacto del VIH y que tratar las ETS es una de las intervenciones más rentables para prevenir la propagación del SIDA..
Cuba dedica ingentes esfuerzos al Programa de Prevención del SIDA, por lo presenta la tasa de infección más baja del mundo y resalta el hecho de que virtualmente no se registra la transmisión del virus por el uso de drogas intravenosas, por transfusiones de sangre o por contagio de madre a hijo durante el proceso de alumbramiento, en tanto es autosuficiente en la producción de fármacos antirretrovirales, lo que ha permitido que la tasa de mortalidad de los pacientes con SIDA sea muy inferior a las estimadas.
Wednesday, November 01, 2006
Subscribe to:
Posts (Atom)